Alma Editorial

Análisis Anecdotario Parte I: La paciencia en el encierro

Análisis Anecdotario Parte I: La paciencia en el encierro
junio 2020 Zulema Moreno
Categoría: Dinámicas Domésticas

Aquí, la primera entrega de un artículo que consta de tres partes, cada una corresponde a un segmento identificado por la psicóloga social Zulema Moreno que será retratado a partir de las narrativas de los autores del anecdotario de cuarentena.


“El compartir nuestra cotidianidad estrecha los lazos familiares si se hace con optimismo, pensando en que todo va a estar bien cuando todo vuelva a la normalidad.” Anónimo, 60 años, Colombia

Todas mujeres, entre 50 y 73 años, viven solas, con esposo, mascotas o con otros miembros de la familia (madre o hijos). Ellas escriben desde Colombia y México. De una manera que inspira, afrontan la pandemia desde una postura con tintes de sabiduría, mujeres que intentan mantener el rumbo y no perecerán en el intento. Saben que todo ha cambiado, reconocen la incertidumbre, el temor, las culpas y tristezas que se manifiestan hasta en los sueños o, lo que es peor, no poder dormir.

“En estos días prevalece la incertidumbre, miramos hacia adelante, pero no podemos ver nada.” Doris, 54 años, Colombia

Sin embargo, han desarrollado estrategias para hacer frente a la crisis de la pandemia de la mejor manera posible: mantener una actitud positiva y optimista.

“Siento que mi día a día se ha alterado un poco, por la necesidad de permanecer en casa, pero no siento que me ha afectado, pienso que eso depende de cada uno de nosotros.” Anónimo, 60 años, Colombia

Permanecen activas y ocupadas, sin dejar la rutina que les hace sentir en control y les permite pasar el tiempo dando sentido a los días.

Quizá la sensación de limpieza brinda tranquilidad y por ello los hábitos de higiene se han vuelto más estrictos: desinfección, lavar los productos de la compra, lavado exhaustivo de ropa y calzado, duchas al regresar de la calle, etc.

“Regreso a mi apartamento, me baño y lavo la ropa. La vida cambió totalmente.” Doris, 54 años, Colombia

Fieles a sus recuerdos, evocan con nostalgia los momentos que les hicieron sentir felices y seguras. La memoria sensorial se activa, evadiendo un poco el presente.

“Duermo pésimo, me acosté bocabajo y lo único que se me ocurrió fue poner mis pies colgando y empecé a patalear como lo hacía todos los sábados y domingos cuando me llevaban a nadar mis papás, nadaba hasta que ya no podía más, patalee y patalee hasta que me quede dormida.” Leida, 73 años, México

“No estoy sola, me mantiene la añoranza de los abrazos y besos que daré, sin freno, saliendo de este encierro. No me quejo, no me falta nada, bueno si, los abrazos.” Alejandra, 50 años, México

Mantienen la cercanía emocional y cuidan de aquéllos con quiénes cohabitan, son prudentes y procuran no invadir espacios.

“A veces con mi hija jugamos Dominó, Uno o Rummikub. Lo hacemos cuándo ella tiene tiempo, porque ella trabaja en casa.” Martha, 60 años, Colombia

“Hacer de la convivencia algo agradable sin invadir mucho el espacio de la otra persona, es una manera de acercarse a nuestros seres queridos en estos momentos de preocupación.” Anónimo, 60 años, Colombia

Este segmento nos deja una lección sobre afrontar la vida tal cuál viene y adaptarnos a ella con las oportunidades que nos brinda. A pesar del miedo, de la incertidumbre y del fantasma de la muerte que se hizo presente desde que el Coronavirus les colocó como target principal, estas mujeres han sabido fluir con la corriente, ¿Quizá desde la resistencia? ¿Quizá desde la resignación? pero hacia adelante.

Más allá del Anecdotario Alma de Casa

Durante los meses de abril y mayo de 2020, Alma de Casa realizó una convocatoria para crear un anecdotario sobre las experiencias vividas durante la pandemia por Coronavirus.

A partir del análisis de las narraciones, la psicóloga social Zulema Moreno identificó tres segmentos que destacan por su fiel reflejo de las distintas formas de sentir, actuar y reaccionar ante la pandemia. Porque sin lugar a dudas, no es lo mismo atravesar la cuarentena solo, que con hijos o mientras se trabaja desde casa. Nadie estaba preparado para esto y cada uno reacciona como puede desde sus circunstancias. Es muy pronto para sacar conclusiones sobre lo que estamos viviendo -nada es concluyente ni permanente y eso es algo que hemos aprendido de esta experiencia-, sin embargo, a partir de las distintas anécdotas tenemos la oportunidad de reflexionar, cuestionarnos, identificarnos y plantearnos qué vendrá después.

Zulema Moreno es mexicana y se dedica a desarrollar análisis cualitativos de factores sociales e investigación de mercados. Desde su propia cuarentena en Madrid –donde vive hace 3 años con su esposo y dos gatos- nos manda sus apuntes sobre la convocatoria del Anecdotario Alma de Casa. En diálogo con los testimonios y bajo una reflexión de los distintos pensares y sentires de quienes, desde la intimidad del confinamiento nos regalaron emotivas anécdotas de mujeres y hombres “Almas de casa” de entre 24 y 73 años, provenientes de México, Colombia, Chile, Argentina, Brasil, UK, España y Francia.

Gracias a Zule por su tiempo y experiencia, por compartir sus inquietudes, temores y certezas, su propia intuición para mirar al mundo que empieza a salir nuevamente. También agradecemos a las 38 anécdotas que nos llegaron por abrir las ventanas de la escritura y ponernos a pensar nuevamente el cotidiano desde lo doméstico, lo privado como algo que nos pasa a todos en casa.