A partir de los tradicionales altares de muertos, iniciamos un hermoso diálogo que desde México hasta la Patagonia Argentina atravesó varias expresiones artísticas desde la premisa “Más allá de las visitas, Visitas del más allá” junto con el Colectivo Visitantes”, reflexionamos sobre el poder de las visitas tangibles e intangibles. Con la participación de diversxs artistas y colectivos, quienes recibieron y registraron diferentes formas de encuentro.
Cristina Rocha

Cris Rocha es artista visual y trabaja desde lo pequeño, observando, siendo receptiva e intentando transmitir un mensaje. Le atrae las personas, sus emociones, sus deseos y su territorio. Cree profundamente que el poder transformador del arte ayuda a construir un mundo más habitable y mejor.
Viví hace ya tiempo algunos años en México y aún recuerdo vívidamente la celebración del Día de Muertos en Mixquic.
Las imágenes del cementerio lleno de gente, velas, música y alcohol, llantos, risas y cantos en una mixtura única de colores y sentires me acercó a la muerte de otro modo y dejó una profunda huella en mi alma. Me gustan los ritualitos. Ayudan a transitar la vida, a entender, pensar, sentir… como dice un amigo poeta:
“Porque no existe dios, rezar es importante”
Armé el altar en el jardín de casa y coloqué la imagen de mi santa pagana Sagrada Memoria, porque creo en eso de que solo muere quien es olvidado.
Los amigos fueron llegando, expectantes, curiosos, sin saber muy bien de qué la iba el encuentro.
Trajeron velas, inciensos, fotos, flores, comida y bebida. Y se armó una ronda, y hablamos de la muerte, los miedos, el dolor, los ciclos, lo inevitable. Tomamos mezcal y comimos pan de muertos que había amasado con especies y picante. Terminamos la noche cantando frente a un fuego, sintiendo que la muerte era un poco más humana, menos siniestra, definitivamente más compañera.
Colectivo Mamba

Colectivo MAMBA es un colectivo antiracista compuesto en su mayoría por personas racializadas. Nace para interpretar, mediante la producción artística, el proceso de reconocernos como personas negras. Esta intención se desarrolla mediante prácticas que buscan descolonizar y ennegrecer nuestros cuerpos y danzas.
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Marina Sarmiento
Fue hermosa la celebración
La compartimos con mi tía, una hermana de la vida.
Y decidimos invitar a los más importantes en este presente, a aquellos que nos llena de gratitud su existencia.
Hicimos un altar, un almuerzo, hablamos de ellos, hablamos con ellos, le agradecimos, brindamos, les pedimos cosas.
Pusimos una selección de música para cada uno de ellos. Bailamos. Fumamos. Tomamos. Nos reímos.
El festejo fue al mediodía del 2/11.
Los invitados fueron:
Mi papá, quien me regaló la casa donde vivo actualmente y fue el festejo.
Mi abuela, la catalana quien dio alegría a la familia
Mi tatarabuela, la bruja quien nos dio la información sobre las plantas y la rebeldía
La ex pareja de mi tía. el amor embrujado de mi tía, el cuadro que aparece en la foto lo pintó ella cuando él murió.
Podría compartir la historia de los objetos.
Podría contar la alegría que me produjo festejarlos y agradecerles. Podría contar muchas cosas más del orden personal y simbólico. Pero tal vez sea mejor compartirlo en vivo.
Lo que sí me pareció siempre muy curioso, es que mi sobrino nació el 2/11 y yo nací el 3/11.
El festejo continuó, por la tarde con él, leyendo sobre la existencia de los dinosaurios y al otro día en mi cumpleaños, se sumaron más comensales y seguimos compartiendo algo que comenzó el día anterior del festejo de nuestros muertos.
¿Quién dijo que hay una frontera entre la vida y la muerte?
Visitantes

Les Visitantes nacieron en los 80 en dos provincias extractivistas en Argentina, estudiaron artes visuales en Mendoza y luego continuaron su formación junto a otres compañeres en espacios autogestivos. Desde el 2012 residen en la Comarca Andina del Paralelo 42.
Proyecto Visitantes comenzó su trabajo en el 2018. Forma parte de una genealogía de colectivas: La Araña Galponera, Clínicas Colectivas, Patagonias: un archivo (im)posible, entre otras. Se trata de un territorio, un ecotono, un fieltro que alberga proyectos que articulan artes y aprendizajes: un nodo de encuentro e intercambio en las Patagonias, un laboratorio de producción en el espacio público, un taller de gráfica expandida.
Trampa para palabras
Les contamos que construimos nuestro altar en el jardín del espacio visitantes, en un sector ubicado al sureste; allí tenemos el compost, son tres hoyos-montañas que suben y bajan: entran verduras, hojas, pastos, insectos, hongos, ranitas. Sale una tierra negra cargada de nutrientes. En ese suelo movedizo y acompañades de muchos mosquitos y otros insectos saludamos y nos dejamos atrapar por un tiempo. ¿Qué hay de la intangibilidad de las visitas? En medio de un enjambre zumbador escuchamos a Celeste hablando de Donna… les seres humanes no están en una pila de compost aparte. Somos humus y no Homo, no ántropos…somos compost.